domingo, 8 de febrero de 2009

Zeruz y yo

[NOTA: Este post fue creado bajo el influjo del alcohol, pero ya consciente decidí dejarlo publicado. Me trajo recuerdos, de cualquier forma no pasa con que una que otra persona piense que estoy perturbado. Qué más da]

Oficialmente desde Mediados de Enero mi demonio interno, al cual suelo llamar Zeruz ha estado rondándome, lo cuál resulta en una serie de malentendidos, momentos de alta frustración, cambios repentinos de humor y perdida o ausencia de sueño. En lo personal no puedo vivir con esto a cuestas.

¿Cómo es que anda esto?

Bien, trataré de explicarlo. Sólo hagan de cuenta que Zeruz es un tipo con las mismas capacidades físicas que yo, pero con mayor capacidad de desición y más carisma. Suele aparecerse cuando estoy perdiendo el control sobre las cosas o bien, la mejor forma en la que se puede observar el cambio es en un repentino cambio de humor y de consciencia cuando estoy realmente ebrio o intoxicado. Cuando no se aparece simplemente suelo hacer idiotez y media, justo como en cierta fiesta en Diciembre.

Zeruz suele ser buen tipo, de comentarios precisos. Sus únicos objetivos son: Darme más carisma y quitarme la desidia que me rodea y si de paso puede fastidiar a la gente que realmente me jode la vida con sus idioteces mucho mejor. Lo triste de todo esto es que la única forma que conozco de dejarlo atrás es cumplir con lo que me dicta. Creo que se ha vuelto una especie de consciencia que me dicta, sino lo que es correcto, si lo que me hará libre (lo que sea que eso sea).

Recuerdo que Mónica frecuentemente me decía que me da por escribir lo que pienso o siento cuando estoy así. A veces creo que es la única persona que entendería por qué hago esto sin que piensa mal de mi. A veces suelo portarme de una forma tétrica, pero a ella no le importaba.

Extraño mucho su compañía.