miércoles, 28 de mayo de 2008

Desencanto (parte 3)

María ha pasado toda la noche bebiendo en un pequeño bar llamado "La langosta del Atlántico". Ya es la única cliente que queda en el establecimiento. Ya avanzada la noche uno de los meseros se le acerca, pone una mano sobre sus hombros y la mueve ligeramente para llamar su atención.

- Señorita, temo que voy a pedirle que se retire. El bar está a punto de cerrar.

María no se inmuta, simplemente se levanta de su asiento, da un último sorbo a lo que faltaba de su botella de ron y deja un billete de mil pesos en el lugar que ocupó. Balanceándose lentamente hacia todos lados se retira de aquel bar. Al salir nota que pronto amanecerá. En ese justo momento recupera algo la consciencia perdida y mira su teléfono. Son casi las cinco y treinta de la mañana, también observa que hay seis llamadas perdidas y tres mensajes en su bandeja de entrada, todas de un número desconocido:

Mensaje 1:

"Soy Leonardo.

¿Dónde rayos te metiste? Llevo rato tratando de comunicarme contigo y no contestas. Seguramente le seguiste a la peda. Por favor, no hagas ninguna estupidez "

Mensaje 2:

"Tan pronto estés en condición de hablar y moverte al mismo tiempo, me regresas la llamada. Tu flamante esposa está preguntando por ti. ¿Por qué la dejaste en ese estado?"

Mensaje 3:

"Si de casualidad no eres el legítimo dueño de este teléfono, te lo robaste y estás leyendo esto, puedes metértelo por el culo, debe tener función vibrador... Provecho"


- Je je je... Ese Leo tan ocurrente como siempre... Rayos, no tengo crédito... Un momento... ¿Cómo sabe en donde se encuentra Dafne..? ¿Será qué...?

No termina de completar esa frase cuando detiene uno de los muchos taxis que circulan la zona turística, lo aborda y pide que la lleven a su hotel. Quince minutos después llega al lobby, donde pide la llave de su habitación. Uno de los empleados en recepción ve el estado en el que se encuentra y le pregunta:

- Aquí tiene, habitación 516... Perdone, señorita. ¿Se encuentra bien? ¿Gusta que alguno de nuestros empleados la acompañe hasta su habitación?

- ¿Uh..? Este... No. No creo que sea necesario.

- ¿Está segura? Lo que pasa es que la veo algo...

- No, gracias. Sólo necesito que me responda algo: ¿Vio a mi acompañante hace unas cuantas horas? Estoy algo preocupada por ella. Se llama Dafne Ortíz.

- Dafne Ortíz, Dafne Ortíz... Emm... Si, la recuerdo. Estaba muy borracha y de hecho vino a preguntar por usted, pero como no lograba mantenerse en pie decidimos llevarla de regreso a su habitación.

- ¿Quién la llevó hasta allá?

- Por políticas del hotel nuestro deber es auxiliar a los huéspedes en casos como este, pero quién la llevó fue el Señor García, amigo del dueño de este hotel y dueño del bar anexo. Según nos dijo, es un viejo amigo de la señorita Ortíz, por lo que dejamos que la llevara hasta su habitación. Desde entonces no los hemos visto. Supongo que se encuentran allá arriba en espera de usted.


En ese momento una voz conocida interrumpe la conversación.

- Entonces allá arriba es dónde ha estado todo este tiempo. ¿Es mucho pedir que me informe dónde y con quién se mete..?


María, al escuchar esa voz voltea para averiguar de quién se trata.

- ¿ARIADNA?

- Qué tal, María... Mucho tiempo sin vernos, ¿verdad? ¿Cómo has estado..? Bueno, al juzgar por cómo te ves, no muy bien que digamos...

martes, 27 de mayo de 2008

Hoy he decidido que...

Debido a mis frecuentes padecimientos de la circulación de la sangre he decidido que, sino voy a llevar una vida sana, por lo menos debo tratar de llevar un estilo de vida menos insano.

Hace dos días me empezaron a aparecer unas manchas oscuras en mis pies y adormecimiento parcial de mis extremidades debido a la mala circulación que tengo y a la baja presión sanguínea de la que sufro. Ya he ido con varios doctores que me recomiendan prácticamente lo mismo: dejar de fumar, beber e intoxicarse, llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio, dormir mejor, etc., pero no es hasta que se te suceden cosas que realmente te hacen reflexionar (o que de plano te asustan) que decides tomar cartas en el asunto, a veces desgraciadamente demasiado tarde.

Creo que aún tengo tiempo como para dejar atrás mis malos hábitos, a mis 23 años he tomado la desición de empezar por algo pequeño. ¿Qué les parece dejar de fumar, por lo menos un mes, y para cuando termine tal periódo si me siento con ganas de seguir adelante echarme otros dos meses y así consecutivamente?

Curiosamente la desición la tomé justo cuando me estaba fumando un cigarro, mi último cigarro.

lunes, 26 de mayo de 2008

Face your manga versus Gentesimple

Agradezco antes que nada a Butterposa que me pasó este link para crear estos avatares.

En corto haré el mio, por el momento les dejo al cast principal de Gentesimple, traté de hacerlos lo más parecidos pósible. A ver si adivinan quien es quien.





miércoles, 14 de mayo de 2008

Desencanto (parte 2)

Es medianoche.

La brisa marina se cuela por la ventana abierta de una habitación para acariciar el cuerpo semidesnudo de una bella y joven mujer, su piel se eriza. Justo en ese instante ella despierta para darse cuenta de que su razón de ser, su amante, su esposa ha desaparecido.

Como si se tratara de un instinto primario trata de levantarse, pero los efectos del alcohol, la fatiga de la fiesta y el sexo hacen que pierda el balance y el control sobre sus movimientos. Tras buscar en el baño sin éxito, hace un esfuerzo y logra ponerse un poco de ropa ligera y decide ir por su mujer dondequiera que se haya ido.

A duras penas llega al elevador que la lleva directamente al lobby del hotel. Al salir de éste, y por el movimiento brusco de bajada, pierde el equilibrio y va a caer a los brazos de un hombre.

- Uh...

- Rayos. No deberia andar sola en el estado en el que se encuentra, señori... ¿Dafne?

- Uh... ¿Quién es usted?

> "María no estaba mintiendo. Está tan ebria que no logra reconocerme. Bueno, ni estando sobría imaginaría encontrarme aquí..."

- Perdón, te confundí con alguien más. ¿Anda perdida? ¿Necesita ayuda?

- ... ¿Eh?

- ¿Qué si necesita ayuda?

- Oh... Ando buscando a una amiga, se llama María Gaytán, se hospeda conmigo en este hotel. Es morena, piel clara, un metro setenta de estatura. ¿No la ha visto?

- Creo que si... "Entonces no ha regresado a su habitación. No creí encontrarme a Dafne justo ahora que necesito apurarme."

Leo toma de los hombros a Dafne y la encamina hacia el lobby del hotel.

- ¿Puedes esperarme aquí en lo que la busco? Mi amigo es dueño de este hotel y podría apoyarme con su gente. No intente irse, apenas puede mantenerse de pie.

- Está bien, ¿señor...?

- García.

- Ese apellido... ¿Sabe? Conozco a alguien con ese apellido: Leonardo García. Tiene mucho tiempo que no lo veo, se parece algo a usted, sólo que él tiene cabeza de cepillo. Si él estuviera aquí le aseguro que me estaría ayudando justo ahora. Aún lo extraño.

- ... Voy a buscar a su amiga, no tardo.

Mientras Leo deja atras a Dafne no puede evitar mencionar la misma frase:

- María... ¿Dónde te has metido?

La brisa marina refresca la noche y juega con el cabello de María, quién ahora vaga sin sentido por las calles solitarias del puerto con botella en mano. La noche apenas va empezando, noche que se repetirá una y otra vez en su vida.

martes, 13 de mayo de 2008

Desencanto (parte 1)

El calor, la música a todo volumen, las parejas sedientas de acción y una noche desenfrenada de todo tipo de excesos son el común denominador en esta típica noche en la zona hotelera de Cancún. María mantiene en sus manos temblorosas un Mojito mientras ve el mar desde el balcón de un bar.

- Son las dos de la mañana. Dafne ya se encuentra dormida en la habitación, nunca ha sido buena bebiendo, especialmente si de Vodka se trata. Al parecer no despertará hasta mañana a medio día. Creo que tenemos todo la noche para hablar. ¿verdad, Lenny?

- ¿Y cómo de que quieres hablar?

- Tenemos tiempo sin vernos, al fin nos encontramos en el lugar menos esperado y sales con que no tienes nada de que hablar. ¿Qué ha sido de ti, Leo? ¿Qué has hecho de tu vida?

- Afortunadamente he ido mejorando, los dolores en la cadera cada vez son menos frecuentes y como puedes ver me ha ido de maravilla. Prueba de ello es este bar. Mario tiene año y medio y ya se puede sostener por si mismo, en cualquier momento puede dar sus primeros pasos. Espero estar ahí cuando eso suceda... ¿Tú turno?

- ¿Eh?... Este, yo... Cómo sabes, desde el funeral de mis padres no he puesto un sólo pie en la costa, ya no tengo nada que hacer allá.

- Ese huracán terminó por joderla, el turismo ya no regresó. Ahora es sólo tierra de desgracia, militares y narcos. Ya nadie quiere pararse allá. No te culpo por no querer volver.

- Así es... Mejor dediqué todo mi tiempo a la Universidad. Ya terminé la licenciatura y pienso titularme vía tésis. Mis compañeros de generación decidieron hacer este viaje y mírame aquí, je je je. Chistoso, ¿no?

Leo baja la mirada para después ver al mar, no dice ninguna palabra. María sabe que su comentario no fue bien recibido.

- Ejem, ejem. ¿Y qué dice tu esposa?

- ¿Mi esposa?

- Si, me dijeron que te casaste. No me digas que me...

- Está allá arriba en el hotel. Vino a ver al niño también por sus vacaciones. Pasado mañana regresa a Madrid. Dice que le va genial allá, inclusive ya hasta tiene novio, quesque un bartender en Ibiza. La verdad no me importa.

- ¿No vive aquí? ¿Novio? ¿No se supone que es tu esposa?

- Ese era el trato. Procuramos no vernos tan a menudo, ya no tenemos nada en común.

- No puedo creer lo que escucho. ¡TIENEN UN HIJO!

- No, yo tengo un hijo, ella sigue siendo la misma perra que conociste en el pasado.

La discusión ha llamado la atención de los clientes del bar. Leo finalmente termina su cigarro y se retira del balcón dejando atrás a María.

- Tengo que regresar a trabajar, fue un gusto hablar contigo.

- Lenny...

- Por cierto, me saludas a Dafne. Espero que el casarse contigo no le haya quitado el encanto.

lunes, 5 de mayo de 2008

Caos en la Hermana República de Tláhuac

Todos los días salgo de la delegación Tláhuac con destino a Lindavista para llegar al trabajo. El total de horas promedio que hago son 5 como minimo: 2 y media de ida y 2 y media de regreso. Hoy no fué así.

A los tipos que viven en el siguiente poblado se les ocurrió la grandiosa idea de volver a bloquear la avenida Tláhuac, la única ruta de acceso que hay en esta zona. ¿El resultado? Con tal de pasar a través del bloqueo muchos se meten por dónde puedan para encontrarse a otro cabrón en sentido contrario, haciéndose un desmadre vial por todos lados. La gente se baja de los autobuses y empiezan literalmente las migraciones al sur.

Eran las 11 cuando me tocó pasar por ahí, al idiota del micro en el que iba se le ocurrió rodear un pequeño cerro, para atascarse y perderse entre la oscuridad. La gente empezó a bajarse mientras le mentaba la madre al conductor, incluyendome a mi. Todos en grupo (de 10) empezamos a perdernos entre los oscuros cáminos con la esperanza de que no nos saliera enfrente algún pinche loco con un arma o bien un animal desquiciado.

Tarde una hora y media en llegar a casa, para enterarme que el bloqueo se terminó unos 5 minutos después de que el micro en el que iba se desviara.

Estoy que me lleva la chingada. Y pensar que va a estar igual o peor cuando inicien las obras del metro por acá.

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