sábado, 12 de febrero de 2011

Dos. Sin tanto ánime, por favor.

No voy a ahondar mucho en este tema. Cuando era un chamaco me encantaba el ánime que tenía a la mano: Macross, Dragon Ball, Supercampeones, Fuerza G, Meteoro, los Caballeros del Zodiaco y un gran, etc. Mientras crecí no me tomé la molestia de cultivar el gusto y ahora que se supone soy un adulto joven (pinche término mamón) volteo a ver las series animadas japonesas y no me queda ni una pizca de interés por la mayoría de ellas.

Lo anterior no se debe a que hayan madurado mis gustos (Para muchos soy un tipo de 26 años que se comporta como uno de 14). No. Sólo puedo precisar mi falta de interés en tres puntos que veo como un patrón, con sus respectivas excepciones, claro está:

- Protagonistas que se ven lindos y rudos, pero que no saben cómo chingados terminar la chamba asignada, hayan sido ellos los elegidos o no:

Tienen la capacidad de vuelo y proyección de energía, colores y formas de cabello extravagantes, inexplicablemente se vuelven más poderosos mientras la relación madreado/encabronado aumenta y tienen no uno, sino un equipo entero de sidekicks igual de poderosos, pero por alguna razón todo eso falla por una sola cuestión: No tienen ni buena ni mala actitud. Casi todos los protagonistas tienen buenas intenciones pero no saben como llevarlas a cabo, y si hablamos de badasses, simplemente existen en porciones pequeñas. Los villanos tampoco suelen ser badass, a lo mucho llegan a ser tipos malos y bien castrosos que terminan trabajando, a veces inconscientemente, para alguien más malo y más castroso que ellos (Orochimaru de Naruto es buen ejemplo).

Orochimaru, de la aldea escondida entre los hipsters: Principal razón por la que dejé de ver Naruto, además de Naruto, Sasuke, Sakura, Rock Lee, Hinata..

- Las chicas del ánime:

Sólo dos puntos son los que no me gustan de ellas: Cuando no tienen peso protagónico suelen ser las que llevan el asunto dramático a planos que van más allá del relleno de un capítulo; y cuando son las protagonistas pasa lo mismo que los héroes. Fuera de eso, mientras más lindas, sexys y de moral cuestionable sean, mejor.

Minnie May, de GunSmiths Cats: De moral relajada y con disposición a hacer explotar cualquier cosa. Así deberían ser todas las chicas en el ánime y en la vida real (que sólo quieren explotarte a ti)

Nota adicional: A los japoneses y al Fandom en general les parecerán de lo más atractivas las voces femeninas en las series japonesas, pero por lo regular a mi terminan fastidiándome. Cuando veo una serie con subtítulos en los que hay voces femeninas pre-adolescentes termino cambiando el audio a otro idioma o simplemente pongo otra cosa. Me da una hueva eterna el sólo pensar que todas las chicas japonesas menores a 25 años hablan así. Sinceramente yo espero que no.

- Mucho choro innecesario: ¿Alguien vio una de las versiones recientes de Super Campeones o Dragon Ball Kai? Toda una serie resumida en unas cuantas decenas de capítulos y no centenas. ¿Es dificil hacer eso? Por cosas así DeathNote me dio agruras. La verdad es que no debería ser así, pero al parecer todo eso aplica más a cuestiones de venta de la serie: Serie que vende mucho, serie que es producida hasta el infinito. Muchos manga que tienen su versión anime aún no tienen fin, sus series animadas mucho menos y así será hasta que su target pierda el interés que tanto el manga como la serie animada termine subitamente, ya sea con un corte abrupto o con un final apresurado y presumiblemente chafa.

Con algo de suerte sabremos quién se queda con el balón... después de que ambos expongan sus ambiciones y amigos y familiares hagan semblanza de lo que los hizo llegar hasta ese punto de la historia. Más o menos, dos o tres capítulos.

- Finales pobres en desarrollo: Pasaste cientos de horas viendo las aventuras de tu héroe favorito, finalmente llega el climax de la serie y... en veinte minutos le dan resolución al climax y te recetan un desenlace muy poco estrucutrado y después nada. Fin.

Los japoneses, a menos de que se traten de videojuegos, no son los mejores escritores de finales. George Lucas comparte la misma habilidad y noten que no es japonés, o por lo menos aún no se ha hecho pasar por uno. Vea el final de su serie animada japonesa favorita (o el episodio VI) y díganme que no es cierto.

Todos los puntos citados aquí son altamente cuestionables y por lo tanto puestos a discusión. Si usted, amante del ánime que está leyendo esto, o usted, navegador incauto que buscaba chicas suicidas y que terminó aquí por razones que sólo Don Google conoce, tienen la disposición de debatir los temas de este post, no duden en hacerlo. Estoy más que dispuesto a iniciar una conversación al respecto. Y sólo para agregar un presto-leño al fuego y uno que otro troll: Soy un lector asiduo de cómics.

Me acabo de dar cuenta que no tengo una etiqueta para manga ni ánime... Pues que vengan entonces.