jueves, 28 de febrero de 2008

Presentimientos

Hace ya año y medio que Leonardo se fue de casa con la ilusión de tener una vida mejor. Por lo menos esa es la respuesta que me dió su mamá.

Lenny, como le decimos todos aquí en el puerto, siempre había sido una persona irresponsable, y a decir verdad, muy descuidada en su aspecto físico. Todos los días paseabamos sin sentido por la plaza principal y cuando no estaba con él, solía malgastar su tiempo fastidiando a los cocineros en el restaurante de su familia. De su desempeño en la escuela ni hablar. Llevaba un vida muy comoda y sin preocupaciones. Esa es la razón principal por la cual todos se sorprendieron de su repentina desaparición.

Las últimas semanas antes de su partida se le veía muy preocupado, dudo que fuera por su situación económica ya que su papá es un comerciante muy conocido en el estado. Creo que tenía el presentimiento de que algo realmente malo estaba a punto de pasarle. Todos esos presentimientos de alguna forma los transmitía a María, su mejor amiga.

María y Lenny se conicieron desde muy niños ya que sus papás eran muy buenos amigos. Solían ser muy unidos, ella era muy celosa de las chicas que se le acercaran, muy sobreprotectora, ella era quien usualmente lo sacaba de problemas. Un par de semanas antes de que él decidiera marcharse, ella empezó a mostrarse muy ansiosa como si supiera lo que Lenny tenía planeado hacer. Aún me pregunto si ella es la razón por la que él escapó.

La última vez que Lenny vino al puerto se negó a ver a cualquier persona que lo conociera, incluyendo a sus padres y a María. ¿Será que escapó a una responsabilidad con ella?¿Ella esparaba un hijo de él en ese entonces? No se me ocurre otra razón para que el se haya ido de esa forma, tomando en cuenta que practicamente se escapó de su casa. Su papá no es la persona más razonable que conozco y dudo que haya aceptado un comportamiento así. El señor aún me sigue dando escalofrios.

Después de que despedí a Lenny en la central de autobuses me di a la tarea de buscar a esta chica. Sé que estudiaba en la misma escuela que él y yo, así que decidí empezar a preguntar en la preparatoria. Uno de sus profesores me dijo que sin razón alguna se había cambiado de prepa hace casi año y medio, que se había mudado y que desde entonces no sabía que había pasado con ella. Después de contarme todo eso me dio su dirección actual.

No fué muy díficil dar con María, pero ahora que estoy frente a la puerta de su casa no sé exactamente que es lo que le voy a decir, o más bien, por dónde voy a comenzar. Toco el timbre y una mujer con un niño en brazos me pregunta a quién busco. Justo ahí tengo el extraño presentimiento de que voy a volver a ver a Leonardo más pronto de lo que imaginé.