lunes, 3 de noviembre de 2014

No-Horror

Para hablar de horror, también valdría la pena de hablar un poco de terror.

Aunque realmente no hay una definición precisa de entre terror y horror, se puede definir al último como algo que genera sensaciones físicas y emocionales, mientras que el terror genera la especulación en quien lo padece. Un par de frases deberían dar más claridad:

Pedro vio con horror que el demonio había traspasado el poder de los grimorios que lo contenían.  ¡LA BESTIA ESTÁ SUELTA NUEVAMENTE EN ESTE MUNDO!

Antonieta sintió un terror indescriptible al descubrir que el asesino de su padre era su propia hermana gemela.

El género de horror está definido usualmente por historias de origen sobrenatural. Piensen en fantasmas, monstruos o seres sobrenaturales e irán por el camino correcto. También está basado en hechos que generan confusión o transformaciones que se van dando a los protagonistas de sus historias.

Considero verdaderamente valioso los detalles del género, pero en lo personal creo que no hay que tomar historias de monstruos o seres de pesadilla para hablar de horror. Basta con la naturaleza nociva del hombre y el temor y la locura que él mismo puede provocarse al enfrentar situaciones fuera de lo ordinario dentro de un marco menos sobrenatural. La realidad de las cosas y su percepción  pueden ser aún más horrible que la ficción. A eso me gusta llamar No-horror.

Se me ocurren tres ejemplos para poner claro mi punto. Ninguno de ellos está catalogado como horror, pero viendo el desarrollo de las historias y poniéndose un momento a pensar en los zapatos de los protagonistas, uno no podría evitar pensar que están envueltos en una situación de pesadilla, de locura y horror. Todas ellas altamente recomendables.

1. El paréntesis de Élodie Durand.


Historia autobiográfica que describe las experiencias de Élodie durante sus veintes. Ella es una chica que lleva una vida convencional hasta que empieza a perder la memoria, empezando inicialmente con eventos sin mayor importancia del día a día y  avanzando hasta el punto de no recordar el alfabeto, reconocer a su familia o a ella misma. Tras un estudio detectan que un tumor inoperable es el causante de la perdida de memoria. El paréntesis es un compendio de los recuerdos nublados de la autora y de la gente cercana a ella durante su periodo de convalecencia y recuperación los cuales se extienden varios años.



La obra llevo a Élodie a ganar el premio al mejor autor revelación en Angoulême 2011.


2. El cisne negro (The Black Swan - 2010)


La historia trata de Nina, personificada por Natalie Portman, y de su estresante vida que gira alrededor del mundo del ballet en Nueva York y de cómo su vida profesional, la competencia entre bailarines y la relación destructiva con su madre la llevan a descubrir una zona muy oscura de su personalidad, la cual la lleva por un camino tortuoso hasta el último minuto.

3. Una historia de violencia (A history of violence - 1997)


Tom Mckenna es el dueño de un modesto restaurante en un pueblo pacífico que súbitamente recibe la mirada de los medios de todo el país al defender su vida de dos asaltantes. Desafortunadamente eso llama la atención de personas de su vida pasada y oculta quienes desean saldar viejas cuentas pendientes y traerán al presente sus errores, el rencor, la violencia y un terrible secreto que ha estado oculto por más de veinte años.

Actualmente se encuentra una adaptación fílmica de la historia original, protagonozada por Viggo Mortensen.


Mención extra: I Kill Giants.


La historia trata de una niña que se adentra en un mundo fantástico para luchas con los pesados y abrumadores acontecimientos de la vida real. La descripción de su relación con su madre la hace digna de esta mención.

Hasta ahí la lista. Tengo otros ejemplos más, pero creo que con esos es más que suficiente por el momento. En otra ocasión hablaré de títulos, ahora si, de horror que considero dignos de compartir.